Hace 175 años, estuvo en Pan de Azúcar Charles Darwin, el científico británico, que sentó las bases de la teoría moderna de la evolución con su concepto del desarrollo de todas las formas de vida a través del proceso lento de la selección natural. Su trabajo tuvo una influencia decisiva sobre las ciencias de la vida y de la tierra, y sobre el pensamiento moderno en general.
En mayo de 1833, Darwin permaneció 3 días en la zona periférica a lo que es hoy la ciudad de Pan de Azúcar, alojándose en el rancho que tenía Sebastián Pimienta, a la altura de continuación Manuel Oribe, camino al poblado de Kilómetro 110 o Pueblo Gerona.
Nacido en Shrewshury, Shropshire, Inglaterra, Darwin fue el quinto hijo de una familia inglesa rica y sofisticada. Después de graduarse en la escuela en Shrewsbury en 1825, fue a la universidad de Edinburgh a estudiar medicina. En 1827 se retiró y entró a la universidad de Cambridge, preparándose para convertirse en un ministro de la iglesia de Inglaterra. Allí conoció a dos figuras: el geólogo Adam Sedgwick, y el naturista John Stevens Henslow. Henslow no solamente le ayudó a ganar más confianza en sí mismo, sino que también enseñó a su alumno a ser un o bservador meticuloso y cuidadoso de los fenómenos naturales y a ser un coleccionista de especimenes. Después de graduarse de Cambridge en 1831, Darwin de 22 años fue invitado a bordo del barco inglés de investigación "HMS Beagle", por la amplia recomendación de Henslow, como un naturalista sin pago en una expedición científica alrededor del mundo.
EL VIAJE DEL BEAGLE
La tarea de Darwin como naturalista a bordo del Beagle le dio la oportunidad de observar las diversas formaciones geológicas en diferentes continentes e islas a lo largo del camino, así como una amplia variedad de fósiles y organismos vivos. En sus observaciones geológicas, Darwin se impresionó con el efecto que las fuerzas naturales tuvieron en la forma de la superficie de la tierra.
En aquella época, la mayoría de los geólogos se adherían a la teoría de la catástrofe, la cual dice que la tierra ha experimentado una sucesión de creaciones de vida animal y vegetal, y que cada creación había sido destruida por una catástrofe repentina, como un levantamiento o convulsión de la superficie de la tierra. De acuerdo con esta teoría, la más reciente catástrofe, el diluvio universal, eliminó toda la vida excepto aquellas formas que se llevaron en el arca. El resto estuvo visible solamente como fósiles. Desde el punto de vista de los catastrofistas, las especies fueron creadas individualmente e inmutables, esto es, sin cambio por el paso del tiempo.
Notó por ejemplo, que ciertos fósiles de especies supuestamente extintas recordaban estrechamente especies vivientes en la misma área geológica. En las islas Galápagos, frente a la costa de Ecuador, también observó que cada isla mantenía su propia forma de tortuga de tierra, sinsonte, y pinzón; las diversas formas estuvieron relacionadas estrechamente pero diferían en la estructura y hábitos de comer de isla a isla. Darwin concluyó que estas especies no habían aparecido en ese lugar sino que habían migrado a las Galápagos procedentes del continente. Darwin no se dio cuenta en ese momento que los pinzones de las diferentes islas del archipiélago pertenecían a especies distintas. Ambas observaciones originaron la pregunta, para Darwin, de posibles enlaces entre especies distintas pero similares.
Después de regresar a Inglaterra en 1836, Darwin empezó a recopilar sus ideas sobre la habilidad de las especies para cambiar en sus "Cuadernos de la Transmutación de las Especies". La explicación de Darwin de como evolucionaron los organismos le surgió después de leer "Un Ensayo del Principio de la Población" (1798), del economista británico Thomas Robert Malthus, quien explicó como las poblaciones humanas mantenían el equilibrio. Malthus argumentaba que ningún incremento en la disponibilidad de la comida para la supervivencia humana básica no podría compensar el ritmo geométrico del crecimiento de la población. Lo último, por lo tanto, tenía que ser verificado por las limitaciones naturales como el hambre y la enfermedad, o por acciones humanas como la guerra.
Darwin aplicó inmediatamente el razonamiento de Malthus a los animales y a las plantas, y hacia 1838 había elaborado ya un bosquejo de la teoría de la evolución a través de la selección natural. Durante las dos décadas siguientes trabajó en su teoría y otros proyectos de historia natural. (Darwin era rico independientemente y nunca tuvo que ganar un sueldo.)
La teoría de Darwin se hizo pública por primera vez en 1858 en un documento presentado al mismo tiempo que Alfred Russel Wallace, un naturalista joven quien había llegado independientemente a la teoría de la selección natural. La teoría completa de Darwin se publicó en 1859, como "El Origen de las Especies". Se le conocía como "El libro que sacudió al mundo", El Origen se agotó el primer día de la publicación y lo mismo sucedió con seis ediciones posteriores.
La teoría de la evolución por selección natural de Darwin trata esencialmente que, debido al problema del suministro de comida descrito por Malthus, las crías nacidas de cualquier especia compiten intensamente por la supervivencia. Los que sobreviven, que darán origen a la próxima generación, tienden a incorporar variaciones naturales favorables (por leve que pueda ser la ventaja que éstas otorguen), el proceso de selección natural, y estas variaciones se pasan por herencia. Por lo tanto, cada generación mejorará su adaptabilidad con respecto a las generaciones precedentes, y este proceso gradual y continuo es la causa de la evolución de las especies. La selección natural es sólo una parte del vasto esquema conceptual de Darwin; también presentó el concepto de que todos los organismos relacionados son descendientes de ancestros comunes. Además, proporcionó apoyo adicional para los conceptos anteriores de que la tierra misma no está estática sino evolucionando.
La reacción al Origen fue inmediata. Algunos biólogos argumentaron que Darwin no pudo probar su hipótesis. Otros criticaron el concepto de variación de Darwin, argumentando que él no pudo explicar ni el origen de las variaciones ni como se pasaron a las generaciones sucesivas. Esta objeción científica en particular no se contestó hasta el nacimiento de la genética moderna en los inicios del siglo XX. De hecho, muchos científicos continuaron expresando sus dudas durante los 50 a 80 años siguientes. Los ataques más publicados sobre las ideas de Darwin, no vinieron de los científicos sino de los opositores religiosos. El pensamiento de que cosas vivientes habían evolucionado por procesos naturales negaron la creación especial de la raza humana y pareció poner a la humanidad en el mismo plano que los animales; ambas ideas fueron serias amenazas a la opinión teológica ortodoxa.
Darwin pasó el resto de su vida desarrollando diferentes aspectos de problemas surgidos por el Origen. Sus libros posteriores, incluyendo "La Variación de los Animales y Plantas bajo Domesticación" (1868), "El Descendiente del Hombre" (1871), y "La Expresión de las Emociones en los Animales y el Hombre" (1872), fueron exposiciones detalladas de temas que se habían limitado a pequeñas secciones del Origen. La importancia de su trabajo fue reconocida por sus contemporáneos; Darwin fue elegido por la Sociedad Real (1839) y por la Academia Francesa de Ciencias (1878).
EN AMERICA... EN MALDONADO
Durante 5 años, Darwin surcó los mares del mundo y centró sus investigaciones en las Islas Galápagos y en el extremo meridional de Sudamérica. Estuvo en Brasil, en Uruguay y, desde la desembocadura del río Negro, llegó a Carmen de Patagones.
El viaje comenzó en el puerto de Davenport, el 27 de diciembre de 1831, y demoró dos meses en atravesar el Atlántico, avistar el litoral carioca y recalar en Río de Janeiro. De ahí continuó al sur y en julio desembarcó en Maldonado, desde donde los científicos reconocieron las costas uruguaya y argentina, la Pampa y la Patagonia.
Es posible que pocos sepan que previamente, durante las múltiples recorridas que el Beagle realizó por el Atlántico sur durante dos años y medio, el naturalista estuvo en el Uruguay por lo menos seis veces: cuatro en Montevideo y alrededores, y dos en Maldonado, realizando además diversas excursiones por Canelones, Mercedes y las sierras de Maldonado y Minas.
Este hombre, científico británico, a su paso por América, pasó muy cerca de Pan de Azúcar cuando esta ciudad no era siquiera un pueblo. Pernoctó incluso en una casa de campo de un Pimienta, familia muy conocida en la zona.
El domingo 18 de mayo de 2008, se descubrió una placa recordatoria en la zona, confeccionada con finos mármoles de la pequeña localidad de Nueva Carrara; los mismos mármoles con que se encuentra revestido el Palacio Legislativo.
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